¿Es que sólo uno de los vocales del CGPJ se atreve a
interpelar al Señor Ministro? ¿Y el resto?, ¿Y los demás miembros de la
judicatura? ¿Claudicaron ya al silencio y a la obediencia ciega y debida de la que se habla en el artículo
periodístico o es que temen al Ministro ?. Y es que hay algo que no me encaja
en todo esto: el silencio.
Repito no me encaja el silencio
en todo esto.
Y luego esa justificación de las
tasas, ejemplo foráneo a seguir, y no precisamente con cargo al bolsillo del
Sr. Ministro, ¡qué vaya sueldazo que se le ha puesto al Sr, pese a lo voluntario
de su puesto.!
Uff, menos mal que el Sr.
Ministro pasa el cepillo de las tasas a los ciudadanos y no la guillotina a su
sueldo: eso sí que sería una injusticia para el moderno concepto de justicia
que se infiere del artículo: y... ¿ todos en silencio?
¿A qué precio se compra el
silencio o es que el viento se lo llevó?. Así que diría que hay algo peor
que la falta de Justicia: y es la pasividad y el encubrimiento del que mira
hacia otro lado en vez de reivindicarla.
La Justicia existe, claro que existe; otra cosa es que
todo el mundo tenga acceso a ella o que nos preocupe el que se materialice, el
que sea real y efectiva para todos.