Con todos mis respetos y sin
ánimo de ofensa alguna hacia la APM, me gustaría que, desde un profundo examen
de conciencia y de autotrascendimiento, me explicarán por qué consideran que
una justicia interina, en clara referencia a los jueces sustitutos, “es
"patológico para la independencia judicial"” y, por otro lado, que el
Ministerio de Justicia y sus Asesores me explicasen por qué financian, con 600
euros brutos mensuales, sustituciones, entre jueces, que no aportan beneficios
reales a la calidad y al servicio que deben prestar a la sociedad; amén de lo
perjudicial de tal despilfarro, que vislumbra que ni se ahorran costes en
seguridad social, obligada a tener que acudir al fondo de reserva mientras se
detraen los aportes de los sustitutos, ni se agiliza el servicio, ni la calidad
del mismo (peores resoluciones judiciales), ni se fomenta el empleo, ni el
crecimiento económico, ni nada de nada, salvo la cuenta del banco de aquellos
que asumen estas sustituciones improductivas y carentes de toda ética.
Que el Ministerio de Justicia y
sus Asesores hayan alumbrado la idea de retribuir con 600 euros brutos
mensuales, sustituciones, entre jueces, que no aportan beneficios reales a la
calidad y al servicio que deben prestar a la sociedad....¡!
¿Para que servirá el actual
Ministerio de Justicia....?
Por otro lado la independencia
judicial, tal como parece insinuar la Asociación Profesional de la Magistratura,
no se mide sólo por el hecho o no de la interinidad: hay jueces de carrera cuya
independencia judicial puede ser cuestionada, y no son interinos, y, sin
embargo, a las constantes presiones a la independencia judicial de los de
carrera no las tachan de “patológicas”, cuando sí son realmente graves. Eso es
lo grave que he observado y por eso quiero que se aclare a fin de evitar malos
entendidos.
Porque la gravedad de esas
manifestaciones, si no se puntualizan de algún modo, radica, además, en que dan
a entender que los sustitutos son fácilmente presionados, utilizados o
manipulados por los titulares que emiten los informes que los evalúan o por
aquellos otros que resultan competentes y tienen potestad para proceder a
efectuar su nombramiento efectivo o, por el contrario, mantenerlos en la lista
sin llamamiento efectivo y entonces...
Que no importe la Justicia no es algo nuevo, en otro caso
las cosas serían muy diferentes hace tiempo; no obstante que no les importe en
un contexto de crisis es un síntoma claro de fuente de negocio futuro y
corruptelas...y por la privada se puede competir con el actual sistema judicial
otorgando derechos, a quien los pueda pagar o comprar: ¿eso es lo que buscan
desde el Ministerio, aprovechándose de la ceguera y el espejismo, que los 600
euros le causan a algunos de los de carrera, que no ven que están firmando su
desahucio a corto plazo a favor de un nuevo modelo que, más tarde o más
temprano, los excluirá a ellos también?.
Está claro que desde el Ministerio lo que pretenden
implantar es un nuevo sistema judicial...; los que no puedan pagar una justicia
privada serán los que queden en manos del modelo actual de nefasta
Administración de Justicia: tasas, arbitraje y mediación, indultos...van en esa
línea, la creación de grandes multinacionales de la justicia de pago.
Problema de ese sistema: carencia de imparcialidad o el
coste de la imparcialidad, el quién y cómo se va a regular la ética de este
futuro negocio de la justicia o de concesión de derechos previo pago: ¿se van a
subastar las resoluciones que se dicten a favor del mejor postor, por ejemplo?;
¿el Ministro del ramo va a reservarse potestades de control o a cobrar
comisiones para inducir resoluciones o conceder favores, indultos, amnistías en
casos de conflictos?.
Así que no es de extrañar que
algunos parezcan interesados en el hecho de que un juez salga todos los días
cuestionado, examinado y con todas sus intimidades al aire, en los medios de
comunicación, por el simple hecho de habérsele ocurrido trabajar de juez que
no, por ejemplo, de fontanero, camionero, etc, o que sea fácilmente controlable
su actuación...si todos miramos para otro lado y se lo permitimos...¿acaso no
obran bien?.
Y que esto no constituya un claro
y denunciable mal "patológico para la independencia judicial"; que lo
patológico para la independencia judicial sea la justicia interina....¡! habla
por sí solo de quien pronuncia tal cosa y calla otras más graves que afectan a
la independencia judicial y no las denuncia. Y que el Ministerio destine
partidas presupuestarias, en tiempos de crisis, que no aportan beneficios
reales a la calidad y al servicio en el que las derrocha..¡!.
Ejemplos recientes más apropiados
que le sugeriría a la APM, ya que sacó el tema preocupada por eso de las patologías
para la independencia judicial, al margen de lo de los brutos 600 euros, los
tiene en este juez del enlace siguiente, al que no menciona, y del que solo
falta que, con la única finalidad de cuestionar su trabajo e influir en la
independencia judicial, nos digan de que color es su ropa interior y con quien
se acuesta; juez que parece que no pasaba por allí a hacer una sustitución como
interino y que, además, tiene pinta de ser de los de carrera y titular con
plaza http://www.eldiario.es/politica/Fiscalia-persigue-juez-encarcelo-Blesa_0_143835912.html
Doy por hecho que la APM no tendrá ningún reparo en
considerar que sí que hay conductas, como las que se describen en el siguiente
enlace, que sí que son verdaderamente dignas de ser consideradas o
constitutivas de ser englobadas en eso de lo "patológico para la
independencia judicial" ¿o me equivoco?
Y espero, con ello, haberles convencido de que hablar de lo “patológico para la independencia judicial” como excusa para justificar la
desaparición de la “justicia interina”, por culpa de los brutos 600 euros que
despilfarra el Ministerio, en ciertos bolsillitos, para que hagan lo mismo que
si no le metieran el sobre sueldo por tal exceso de “profesionalidad”, es un
error patológico que perjudica seriamente la salud de la Justicia, la calidad y
el servicio que debe prestar a la sociedad, así como la mínima dignidad e idoneidad
que se espera de un profesional al servicio de la Justicia.
Y pensar que para que nos dejen sin Justicia y sin
recursos para otras partidas, como por ejemplo las pensiones, estamos
financiando y sosteniendo, entre todos, un Ministerio de Justicia, cuyo propio titular actual
renegó en su día de la necesidad de la existencia de tal Ministerio pidiendo
con contundencia su supresión...¡!. Pero ¿qué clase de magistrados, jueces,
fiscales, secretarios judiciales, abogados, procuradores, funcionarios de la
administración de justicia y ciudadanos somos?.
Si obráramos desde la sensatez, del ciudadano medio, y
desde la profunda vocación de servicio a la Justicia y al Estado de Derecho,
que se presume en todo operador jurídico, se impondría, en el actual contexto y
frente a esos sobornos, con los que pretenden embaucarnos para comprar nuestros
más elementales Derechos a precio de saldo con falsos argumentos, míseras
perras y otras baratijas, el deber de unirnos todos a una como Fuenteovejuna.